Oslo

Es mi lugar favorito, aunque no fue la primera vez, sabía que tenía que volver y fue como regresar a casa.

Pese a que, el trayecto a Oslo se alargó más de lo normal, fue muy guay porque incluso conocía una profesora sueca con la cual entablamos una conversación bastante interesante, sobre nuestras vidas.

Por otro lado una vez allí, el couchsurfer que me alojo era muy cortés y educado, incluso me acompañó un día a hacer un recorrido por la ciudad, fue realmente una vivencia muy acogedora y local.

También fuimos a dar un paseo por un bosque, bastante frondoso y verde, me explico algunas historias y me dijo que en el invierno el lago que se contemplaba en la lejanía se congelaba completamente y que la gente iba a patinar y jugar en ella; y además que el extenso bosque que se contemplaba cerca del Holmenkollen era tan grande que continuaba hasta no se donde y que incluso te podía perder en ella.

Sinceramente me encanto tanto, que aunque llueva regularmente y haga bastante frío, siempre regresaría, pero está vez para conocer la verdadera Noruega que se halla más al norte.

MUNCH MUSEUM